«El enfermo tiene el derecho absoluto a saber si quien va a realizar una operación que está programada es un médico residente», ha manifestado Alfonso Iglesias, abogado y cirujano cardiovascular. Se trata de un derecho reconocido por la Ley de Autonomía del Paciente
Diego Carrasco 10/03/2005
«El paciente tiene derecho a saber que la intervención quirúrgica programada va a ser realizada por un médico residente porque la Ley 41/2002, de Autonomía del Paciente, exige que el enfermo reciba una información adecuada», ha señalado Alfonso Iglesias, abogado y especialista en Cirugía Cardiovascular.
Iglesias, que ha participado en el IX encuentro de Responsabilidad Sanitaria, organizado por Recoletos Conferencias y Diario Médico, con el patrocinio de Asisa, ha explicado que «parece fuera de toda duda que esa información debe incluir que se sepa que el cirujano que va a operar carece del título de especialista». Además, «la propia ley de autonomía contempla el derecho específico del paciente a conocer si su operación forma parte de un proyecto docente, pues el programa MIR es el plan formativo por antonomasia».
El jurista también se ha preguntado si en el caso de que se omita este dato el consentimiento prestado por el enfermo es válido o está viciado de nulidad. En su opinión, «el consentimiento informado estaría viciado porque se omite un dato de crucial importancia. El enfermo consiente tras haberle ocultado información. Es un ejemplo paradigmático de lo que la Sala Civil del Tribunal Supremo viene definiendo como consentimiento desinformado».
Por otro lado, Iglesias también ha advertido de que «el MIR puede incurrir en un delito de intrusismo como falsedad personal en el caso de que informe personalmente al paciente y le omita que será él quien llevará a cabo la intervención quirúrgica».
El experto ha subrayado que «estas cuestiones son un tema de debate que personalmente he suscitado ante los tribunales de justicia, pues todavía no ha habido una respuesta jurisprudencial firme».
Otro aspecto distinto es «que el MIR debe rechazar toda actividad que no vaya acompañada de la supervisión del jefe de servicio o del adjunto».
En qué casos responde
Por otra parte, José Manuel Suárez Robledano, magistrado de la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, ha realizado un estudio meticuloso de la jurisprudencia aplicable a los residentes ante posibles reclamaciones.
Suárez Robledano ha explicado que «si el MIR realiza una actuación sanitaria supervisada o tutelada por el médico especialista, cualquier daño derivado de dicha intervención por culpa o negligencia quedaría impune para el residente». En cambio, «sí existe responsabilidad del MIR cuando se extralimita en las funciones que tiene atribuidas por la ley y encima ejerce sin vigilancia».
El magistrado ha recordado que «al MIR también le alcanza la obligación de reserva o secreto del contenido de la historia clínica». Respecto a su acceso, «siempre se llevará a cabo siguiendo las instrucciones del médico responsable».